La recuperación de una llanura de inundación proporciona una serie de beneficios ambientales, hidrológicos, económicos y sociales que transforman profundamente la relación entre un río y su entorno. Estas áreas, cuando se restauran, actúan como sistemas naturales de regulación y soporte ecológico.

Por el contrario, cuando una llanura de inundación ha sido eliminada, degradada o desconectada del río, surgen múltiples problemas que afectan tanto al ecosistema como a las comunidades humanas.

A continuación, se desarrollan los beneficios más relevantes y las consecuencias directas de su ausencia.

  1. Regulación natural de inundaciones

Beneficio

Una llanura de inundación actúa como un espacio de expansión donde el agua puede desbordarse y dispersarse de forma controlada. Esto reduce el caudal punta durante una crecida y disminuye la velocidad con la que el agua avanza hacia zonas pobladas. La recuperación de estas áreas permite que el río tenga espacio para absorber episodios de lluvia intensa sin generar daños graves.

Si no existiera la llanura

La crecida se concentraría únicamente en el cauce, aumentando drásticamente el nivel del río y generando inundaciones más destructivas aguas abajo. Los daños materiales, económicos y de infraestructuras serían muy superiores. En muchos casos, se necesitarían obras de ingeniería costosas y de mantenimiento continuo para sustituir este servicio natural.

  1. Reducción de riesgos y costos económicos

Beneficio

Al disipar la energía del agua y reducir el impacto de crecidas, las llanuras de inundación disminuyen los daños sobre viviendas, carreteras, cultivos e infraestructuras. Esto se traduce en:

  • Menores gastos en reparaciones.
  • Reducción en primas de seguro por riesgo de inundación.
  • Menores intervenciones de emergencia y evacuación.
  • Mayor estabilidad económica para actividades agrícolas.

Si no existiera la llanura

Las comunidades serían mucho más vulnerables. Inundaciones más frecuentes e intensas provocarían pérdidas económicas elevadas. Muchas actividades agrícolas podrían volverse inviables por daños recurrentes y pérdida de suelo fértil.

  1. Mejora de la calidad del agua

Beneficio

Cuando el agua se desborda hacia una llanura de inundación, circula lentamente por suelos con vegetación y microorganismos que realizan procesos de filtrado:

  • Retienen sedimentos.
  • Eliminan nutrientes excesivos como nitratos y fosfatos.
  • Degradan materia orgánica y contaminantes.

Una llanura de inundación restaurada funciona como una depuradora natural que mejora la calidad del agua río arriba y río abajo.

Si no existiera la llanura

El río transportaría sedimentos y contaminantes sin filtrado. Esto tendría efectos negativos:

  • Aumento de la turbidez y reducción de luz en el agua.
  • Proliferación de algas (eutrofización).
  • Pérdida de hábitats para peces y macroinvertebrados.
  • Mayor inversión en depuración artificial para abastecimiento urbano o agrícola.

En ausencia de filtrado natural, el deterioro de la calidad del agua puede ser muy rápido.

  1. Recarga de acuíferos

Beneficio

Cuando el agua se expande en la llanura, parte de ella se infiltra lentamente hacia el subsuelo, recargando acuíferos locales. Este proceso:

  • Asegura reservas de agua subterránea durante todo el año.
  • Mantiene el nivel freático estable.
  • Permite que el río mantenga caudal en épocas secas gracias al flujo base aportado por el acuífero.

Si no existiera la llanura

Los acuíferos recibirían mucha menos agua. El nivel freático descendería, provocando:

  • Menor disponibilidad para pozos rurales y agrícolas.
  • Reducción del caudal del río en verano.
  • Mayor riesgo de sequía y pérdida de vegetación dependiente del agua subterránea.

Esto generaría ciclos hídricos más extremos y menos predecibles.

  1. Restauración de hábitats y aumento de biodiversidad

Beneficio

Las llanuras de inundación ofrecen una enorme variedad de hábitats: humedales temporales, bosques de ribera, praderas húmedas, charcas estacionales y zonas de meandros antiguos. Su recuperación permite:

  • Regreso de aves acuáticas, reptiles, anfibios y mamíferos.
  • Mayor diversidad de plantas adaptadas a ciclos de humedad.
  • Mejores zonas de reproducción y refugio para peces durante crecidas.
  • Mayor conectividad ecológica entre ecosistemas.

Un ecosistema diverso es más resistente frente a perturbaciones ambientales.

Si no existiera la llanura

La biodiversidad disminuiría de forma drástica. Las consecuencias incluyen:

  • Pérdida de especies dependientes de humedales.
  • Reducción de zonas de reproducción para peces.
  • Un ecosistema más pobre, más vulnerable y menos resiliente.
  • Menor capacidad del río para recuperarse de fenómenos extremos.

Sin espacio lateral, el río se vuelve rígido, monótono y ambientalmente degradado.

  1. Estabilidad morfológica del río

Beneficio

Cuando un río tiene su llanura de inundación disponible, puede evolucionar de forma natural: deposita sedimentos, erosiona sus márgenes, forma bancos de arena y canales secundarios. Estos procesos estabilizan su comportamiento a largo plazo y distribuyen sedimentos de manera equilibrada.

Si no existiera la llanura

El río erosionaría más profundamente su cauce para compensar la falta de espacio lateral. Esto generaría:

  • Incisión del lecho (el río se hunde).
  • Inestabilidad en puentes y estructuras cercanas.
  • Mayor riesgo de desbordamiento por aumento de la energía del agua.
  • Alteración drástica del ecosistema fluvial.

Sin su llanura, el río pierde su dinámica natural y se vuelve estructuralmente más problemático.

Conclusión

La llanura de inundación es mucho más que un espacio aledaño al río: es un elemento esencial para su funcionamiento ecológico e hidrológico. Recuperarla significa:

  • Reducir riesgos de inundación.
  • Mejorar la calidad del agua.
  • Proteger y aumentar la biodiversidad.
  • Garantizar reservas subterráneas de agua.
  • Disfrutar de espacios verdes y beneficios sociales.
  • Estabilizar el río y su cuenca.
  • Mitigar los efectos del cambio climático.

En cambio, la ausencia de una llanura de inundación supone un río más peligroso, más contaminado, menos estable, más caro de gestionar y con un ecosistema profundamente empobrecido.

Restauración fluvial del río Asón y afluentes en Ampuero y reducción del riesgo de inundación en las zonas urbanas cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.