En los últimos años, las olas de calor han ido ganando presencia en nuestro clima, convirtiéndose en periodos cálidos que cada vez se sienten con mayor frecuencia. Estas situaciones no solo influyen en nuestro bienestar diario, sino también en la manera en que usamos y percibimos los espacios que nos rodean. Cuando pensamos en cómo aliviar el calor, solemos recurrir a soluciones habituales como buscar sombra, refrescar el ambiente o adaptar el entorno urbano. Sin embargo, existe un elemento natural que contribuye de forma discreta pero muy efectiva a mantener temperaturas más agradables: los ríos. En Ampuero, el río Asón desempeña un papel importante en este sentido, aunque muchas veces su influencia pasa desapercibida para quienes conviven a diario con él.

Este artículo busca explicar cómo los ríos, y en particular el Asón, actúan como amortiguadores naturales de las olas de calor, por qué esto es tan importante en un contexto de cambio climático y qué podemos hacer para cuidarlos y fortalecer su capacidad de protegernos. Conoce a continuación cómo un río atenúa las olas de calor.

  1. El río como regulador térmico natural

Los ríos son cuerpos de agua que absorben, transportan y liberan energía constantemente. Ese intercambio, combinado con la vegetación que los acompaña, ayuda a reducir la temperatura del aire circundante y mejorar el confort térmico. Sus principales mecanismos de regulación son:

a) Evaporación y enfriamiento natural

Cuando el agua se evapora, absorbe calor del entorno. Esto genera un efecto de enfriamiento muy similar al que se aprovecha en sistemas de climatización evaporativa. En zonas cercanas al cauce, ese proceso reduce la temperatura del aire y aumenta ligeramente la humedad, haciendo el ambiente más soportable en días extremos.

b) Sombreado y vegetación de ribera

Los árboles de ribera —alisos, sauces, fresnos— proyectan sombra sobre el cauce y sobre los senderos y viviendas próximas. Esta vegetación crea un microclima más fresco al disminuir la radiación solar directa y fomentar la evapotranspiración, un proceso que también libera humedad y refresca el ambiente.

c) Suelos húmedos que disipan el calor

Las riberas mantienen el suelo húmedo durante muchos meses del año. Los suelos húmedos se calientan más lentamente que los suelos secos o asfaltados, lo que significa que absorben menos calor durante el día y liberan menos calor por la noche. El resultado es una temperatura más estable y más baja en su entorno inmediato.

d) Circulación de aire fresco

La presencia del cauce genera corredores que facilitan la circulación de aire. El aire más frío que se genera sobre el río se desplaza hacia las zonas urbanas cercanas, actuando como un pequeño “aire acondicionado natural”. En localidades como Ampuero, este efecto puede sentirse especialmente al atardecer.

  1. El río Asón y su influencia en Ampuero

El río Asón es uno de los ríos más singulares de Cantabria, no solo por su belleza paisajística sino también por la forma en que estructura la vida del valle. En Ampuero, el Asón atraviesa el casco urbano y forma parte del día a día de sus habitantes. Pero más allá de su importancia cultural, deportiva y económica, cumple una función ambiental fundamental.

a) Un corredor verde en pleno casco urbano

El paso del Asón por Ampuero crea un corredor de humedad y sombra que contrasta con el entorno edificado. Las zonas más próximas al río suelen presentar temperaturas entre 1 y 3 °C más bajas que las áreas más alejadas del cauce, especialmente durante las horas más calurosas del día. Aunque estas diferencias pueden parecer pequeñas, tienen un impacto notable en la sensación térmica y en la salud de colectivos vulnerables.

b) Refugio climático durante las olas de calor

En verano, muchos vecinos de Ampuero buscan la proximidad del río para pasear, descansar o simplemente disfrutar de un ambiente más fresco. El Asón actúa como un refugio climático natural, un concepto cada vez más utilizado en planificación urbana para describir espacios que protegen a la población de las altas temperaturas sin necesidad de recursos energéticos.

c) Vegetación de ribera conservada

El Asón conserva tramos de vegetación autóctona que desempeñan un papel crucial. No solo generan sombra y humedad, sino que también fijan el suelo, reducen la erosión y mejoran la biodiversidad. La calidad del bosque de ribera es directamente proporcional a la capacidad del río para amortiguar el calor.

d) Un río dinámico que condiciona el clima local

La presencia del agua en movimiento hace que la temperatura superficial del río sea relativamente estable. Ese equilibrio térmico influye en el aire que circula por la localidad. Por eso, incluso en los días más cálidos, el paseo junto al Asón suele sentirse más fresco que las calles más céntricas o asfaltadas.

  1. Soluciones basadas en la naturaleza: cuidar el río es cuidarnos

En un momento en el que el cambio climático está llevando al límite los sistemas de refrigeración tradicionales, los ríos se están revalorizando como soluciones basadas en la naturaleza.

La primera medida para potenciar el efecto refrigerante del Asón consiste en proteger su vegetación. Plantar árboles autóctonos y controlar especies invasoras es esencial. El bosque de ribera no es un adorno: es un auténtico escudo climático.

Por otro lado, es importante saber que cuando sustituimos suelos naturales por asfalto, reducimos la capacidad del entorno para absorber agua, aumentamos la temperatura y disminuimos la humedad.

  1. Un llamado a la conciencia ciudadana

El Asón no solo forma parte del paisaje de Ampuero: también protege a sus habitantes frente a un clima cada vez más extremo. En muchos lugares del mundo, las soluciones basadas en la naturaleza están ganando protagonismo precisamente porque son eficaces y sostenibles.

Sin embargo, su capacidad de protegernos depende de cómo lo tratemos. Cada acción local, por pequeña que sea —no dejar basura, respetar las riberas, apoyar proyectos de restauración, implicarse en actividades ambientales— contribuye a fortalecer un sistema natural que lleva siglos cuidándonos.

En un futuro en el que las olas de calor serán más frecuentes, el Asón será un aliado todavía más valioso. Reconocer su importancia es el primer paso. Cuidarlo es responsabilidad de todos. Puedes informarte más sobre las claves ambientales en el siguiente haciendo clic aquí.

Restauración fluvial del río Asón y afluentes en Ampuero y reducción del riesgo de inundación en las zonas urbanas cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.