La ruta comienza en la carretera-pista que parte desde el robledal centenario del santuario de la Bien Aparecida y llega hasta el barrio de Rubía. En la última casa, pasando al lado de una estabulación ganadera, por la parte de abajo, alcanzamos un camino forestal, éste al principio atraviesa una zona de praderías para después introducirse en una zona que fue hasta hace pocos años un frondoso pinar. El camino se vuelve cada vez más pendiente, con magníficas vistas a Ampuero, Marrón y Limpias. Atrás queda la cabaña de la Mazarela, y delante espera peña Ventana. La collada está llena de afloramientos calizos que muestran las huellas de la erosión y del modelado kárstico. El camino que seguimos por el pinar remonta una zona de sierra hasta llegar al Collado de Peñaventana, llamado así por encontrarse muy próxima una roca con un orificio de amplio diámetro, muy visible desde diferentes y lejanas localizaciones.
El Collado de Peñaventana está situado entre el Pico Negro y el Pico del Fraile con una altitud de 415 metros y nos ofrece una magnífica vista de gran parte del Valle de Aras y del Valle de Ampuero. En este punto iniciamos un camino de suave ascenso que discurre por la ladera oeste del Pico Negro muy cerca de la cumbre, pasando por un bonito hayedo se llega hasta el Pico Hazas Grande (489). Las rocas que hay encima de este monte las bordeamos por la derecha y descendemos un poco hasta un collado al pie de nuestro objetivo: El Pico Fuentes (548). Para llegar a él tomamos una senda que asciende por la división de las dos vertientes y en pocos minutos alcanzamos su cima.
Desde esta altura tenemos unas vistas espectaculares, por su gran verticalidad, sobre el Santuario de la Bien Aparecida, así como de los distintos valles horadados por el curso del río Asón. Para descender tomaremos un camino en dirección sur hasta bajar al collado que se forma entre el pico y el siguiente de siguiente de esta Sierra de Breñas, que es el pico de Peña Corbera. Aquí atravesamos una alambrada que hay en la misma división de vertientes; a mano izquierda nos adentramos en unos pinos por una senda que en fuerte descenso nos conduce hasta una pista forestal y en apenas 200 metros llegamos a Rubía. Desde aquí por la misma carretera pista que habíamos venido retornamos a la Bien Aparecida.